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sábado, 26 de julio de 2014

Ascetas, revelaciones... Worst books are the best books. "EL MISTICISMO" de Aimé Michel.


Citas, conceptos y extractos de otros libros que he encontrado en "El misticismo. El hombre interior y lo inefable" de Aimé Michel:

1. El <<fenómeno de Isakower>>: "Una masa grande, redonda y oscura parece acercarse al que se adormece. A veces, es como una nube gris. La masa lo envuelve, mientras siente en la boca y la piel un contacto pastoso y áspero. Al mismo tiempo, el sujeto pierde su sentido de identidad. Ya no sabe dónde termina su cuerpo y dónde empieza la masa. También puede sentir vértigo, como si se encontrara sobre un disco que da vueltas. Tiene en la boca algo, un pedazo de no sabe qué, algo que no puede tragar. Puede sentir la presencia de algo pesado suspendido encima de él y oír un murmullo, un zumbido, un rumor." Prince (R.) y Savage (Ch.): <<Mystical States and the Concept of Regression>>, en White (J.); The highest States of Consciousness (Nueva York, 1972)

2. "Estaban también los ramoneadores (en griego, boskoi) que hacían voto de no ser más exigentes que las bestias salvajes y rechazaban todo alimento producido por la mano del hombre. Los más decididos vivían desnudos en los bosques, se desplazaban andando a gatas y comían como los animales, sin servirse de las manos. Y no eran las mujeres las menos austeras. <<Ellas viven en las cavernas y en los huecos de las rocas (...). El suelo es su mesa y las hierbas silvestres (...) son su alimento (...). Vagan por los desiertos con los animales salvajes, como si ellas lo fueran también.>> [cita de san Efrén] Existen pruebas de que los que practicaban este ascetismo eran intelectuales, no locos ni subdesarrollados mentales, pues algunos fueron personajes célebres, como ese Santiago del que habla Teodoreto, quien, después de haberse alimentado de hierbas durante mucho tiempo, llegó a ser obispo de Nisibe en Mesopotamia (la actual Nazib, a 200 km al noroeste de Mosul). Conociendo las responsabilidades de los obispos de la Roma cristiana, tanto en lo civil como en lo religioso y sabiendo también cuán dividida se hallaba Mesopotamia en aquel tiempo por las disputas teológicas (especialmente sobre el maniqueísmo y el marcismo en particular), hay que reconocer que anduvieron a gatas y comieron hierba personas de una inteligencia, una cultura y una autoridad eminentes. Y, como en el caso de los estilitas, esto ocurrió durante siglos y no sólo en un rincón remoto afectado por una psicosis, sino en todo Oriente Medio y hasta Etiopía."

                                             
Los estilitas vivían sobre columnas durante muchos años seguidos como práctica ascética.


El Teodoreto del que se habla es Teodoreto de Ciro. No he conseguido encontrar mucha más información al respecto de los boskois, aunque me gustaría. La búsqueda me llevó a encontrar sin embargo una aplicación llamada Boskoi, una guía para encontrar fuentes urbanas de comestibles silvestres :D :D Este tema también me recuerda a Lynx Vilden, una mujer que se lanzó a los bosques a aprender a sobrevivir como se haría en la prehistoria, y tras años de aprendizaje montó una escuela donde compartir sus enseñanzas, la Living Wild School. Incluso se ha hecho un documental sobre ella y su "tribu", Living Wild [trailer].

3. El Bhagavad-Gita
<<Este Ser -dice Krishna hablando de sí mismo-, este Ser que para todas las criaturas es como una noche, para el sabio que sabe ser dueño de sí es el estado de vigilia, su día luminoso de ser, conocimiento y poder verdaderos. La vida de los dualismos que es para las criaturas el estado de vigilia, su día, su conocimiento, su estado lúcido de actividad, es noche, sueño turbio, tinieblas del alma para el sabio que ve.>>

"La vida de Epiménides de Creta contada por los griegos parece extraída de las Acta sanctorum. Se mortificaba, ayunaba y tal vez hasta se abstenía de ingerir todo alimento a excepción de cierto preparado vegetal cuyo secreto le había sido revelado <<por las ninfas>>". Diels, (H.A.): Ueber Epimenides von Kreta (Berlín, 1891)

Cuyas visiones le sobrevenían desde niña, más tarde los éxtasis y la aparición de estigmas. Clemens María Brentano, uno de los grandes escritores y poetas del romanticismo alemán, creía en sus visiones, y las registró en varios volúmenes tras visitar personalmente a Emmerick y tomar nota de sus testimonios.